Thursday, July 30, 2009

A coastal adventure

This last weekend we went to the coast to visit the beaches of Oaxaca. They speak of the coast as if it were somewhat close, but this is mere illusion. We left Oaxaca at 3 PM, in a car made for 8 but holding 12 (my 2 host siblings, Antonio, Antonio's cousin Paulina, Noelia a mutual friend, my host parents, 2 adult friends of my host parents, their 2 children, one of which is a 4 month old baby, and me) and arrived at 11PM. It was one of the most interesting car trips I have ever taken. German, our host brother, was appointed head driver and drove the majority of the trip. At about 3 hours in, as we were crawling around the super tight mountain curves that comprise the road to the coast, a torrential downpour arrived, that almost completely obscured our vision. Thinking things couldn't really get much worse, after a few minutes of rain a very dense fog arrived so that you really couldn't see anything at all. And to make matters even more interesting a leak in the roof opened above our head, so we were not only blinded, but blinded and wet! And it was so hot inside the car that we were all literally dripping sweat, our clothes completely soaked and the windows completely fogged, further obscuring German's vision. Then the baby that came with the friends of my host parents began to cry and cry and cry because she was afraid of the electric storm raging outside. We all decided that the best remedy for the situation would be to sing. And so, from my seat cramped into the back row of the 30 year old Volkswagen van, I began to sing with my fellow travelers. We sang and sang and sang until, with cramped legs, smelly clothes, and smiles on our faces we finally arrived at the beach. Our host family wanted us to see All of the beaches, and rightly so because each beach was very different, and so we ran from one place to the next on Saturday and Sunday. The first beach we went to is a world famous surfer destination, the second Puerto Angelito, more of a family destination. This beach surprised me a lot because I realized here that Mexicans do not know how to swim. It was the strangest sight to see maybe 100 people lined up on the bank of the sea, playing in the water but not venturing any farther. At 3 meters in, I had the sea all to myself. To me it seems like such a disconnect between the people and the reality that surrounds them. How can it be that Everyone goes to the beach, yet No one can swim??? After the second beach we wanted to go see the Turtle Museum, but it was closed so we went for a tour of a swamp instead... and saw an 4 meter long alligator!

Saturday night we slept in Huatulco and bright and early Sunday we left for the beach San Augustin where we spent 4 hours snorkeling in the coral reefs that surround the beach. I saw so many different types of fish, and even got to swim with a school of maybe 300 large black fish with yellow tails. We finished the day with a shrimp and fish soup and then hit the road to return to Oaxaca, a 5 hour drive which turned into a 9 hour trek, once again plagued by rain and fog, although instead of cooking in the back seat of the car, this time I froze as we traversed the mountain tops.

All in all, it was a most amazing adventure; I saw many beautiful places and animals and got to spend a lot time with some of my favorite people here in Mexico.

Monday, July 20, 2009

Antonio Acevedo: Semana 6

Comencé mi sexta semana en Chiapas y la terminé en la Ciudad de México. Fue una semana corta y al a vez larga, pesada pero también de descanso, y eso sí, al igual que las demás semanas, me trajo muchas oportunidades para aprender y seguir creciendo. El domingo emprendimos el regreso de Palenque a Oaxaca a las 5 de la tarde, y tras pasar por Villa Hermosa en Tabasco, Coatzacoalcos en Veracruz, y Tehuantepec en el Istmo, llegamos a la ciudad a las 8:00 de la mañana. Saliendo de la terminal de ADO, nos dirigimos a Monte Albán, y a las 8:35 ya estábamos lavando trastes en la cocina del comedor. El resto del día se pasó muy rápido, y por la tarde en Xoxo dimos comienzo al curso de verano para los niños. Durante el verano estaremos jugando futbol con ellos en anticipación del torneo de futbol a finales del mes. Aunque la mayoría de los niños sí saben jugar futbol, hubo un grupo de niñas que por no querer, o por no saber jugar, se rehusaron a participar. Dada la situación, lo más propicio resultó ser que dejara que los que ya sabían jugaran un partido solos. Mientras tanto, yo practiqué con las niñas. El primer día todas me hicieron mala cara, al igual que hicieron cuando les pedí hace algunas semanas que se sentaran a hacer sus tareas. Sin embargo, al comenzar a patear el balón me di cuenta que sí sabían jugar un poco, y que lo más probable era que simplemente les daba pena o pereza ponerse a jugar. De todos modos acabaron pasándose el balón por unos 40 minutos y cuando terminamos estaban muy sonrientes. Lo más sorprendente de todo fue al día siguiente, pues las mismas niñas comenzaron a jugar, y a medida que fueron viendo que sí podían jugar, comenzaron a disfrutar al pasarse la pelota mientras yo intentaba quitárselas. Al igual que con las tareas, fue increíble ver a un niño o niña simplemente sonreír cuando ve que sí puede hacer algo que tal vez antes pensó no poder hacerlo. Algo parecido también ocurrió con la investigación de esta semana. Al principio, hace un par de semanas, sin tener my claro como íbamos a conseguir los datos que nos hacían falta para poder hacer el análisis que se nos pedía, me dio un poco de incertidumbre con respecto al proyecto. A pesar de esto, me he estado emocionando bastante a través de estas últimas semanas al ver como progresamos con la investigación. Ya esta semana empezamos a hacer una encuesta para recopilar los detalles que necesitamos, y la semana que viene esperamos poder hacer entrevistas y distribuir las encuestas a los niños y a sus familias. Por eso al final de esta última semana también me encontré muy sonriente. Tal vez tuvo que ver que el viernes también me encontraba en el DF, pero sin duda fue porque la semana estuvo muy divertida y me dejó muchas con ganas de regresar al trabajo el lunes. El jueves fue nuestro último día laboral de la semana, pues la mañana del viernes en Monte Albán la repusimos machacando papa en el comedor el miercoles, y así pudimos tomar un bus nocturno al DF el jueves. Al llegar el viernes por la madrugada nos dirigimos a un apartamento que una prima estaba alquilando en el DF, donde nos estuvimos quedando todo el fin de semana. Los siguientes tres días también nos terminaron de ir igual de bien al resto de la semana. Puedo ahora decir que verdaderamente quedé encantado con la capital Mexicana. A pesar de ser una ciudad enorme, la gente siguió siendo muy amable y acogedora, cosa que en una gran urbe no es tan común hoy en día. Los tres días en el DF nos alcanzaron para viajar el viernes hasta Teotihuacan, y para visitar la basílica de Guadalupe al regreso esa misma tarde. El sábado durante el día nos lo pasamos caminando por los barrios de San Ángel y Coayacán, y por la noche salimos a cenar en la colonia Condesa, el sector de rumba de la ciudad. El domingo conocimos el centro histórico, yendo a misa y subiendo al campanario de la catedral. También alcanzamos a conocer el Palacio Nacional, el Templo Mayor de los Mayas, y hicimos un tour de dos kilómetros a pie por las calles aledañas al zócalo. Terminamos el día viendo el atardecer desde el piso 41 de la torre Latinoamericana. En resumen a me quedaron muchas cosas por ver en la ciudad, pero creo que es mejor quedar con ganas de regresar y ver más. De esta manera dimos conclusión a nuestra sexta semana en México, y regresamos el lunes tempranito a las 8 de la mañana para comenzar una semana más.

Monday, July 6, 2009

Semana 5

Semana 5

Ya pasaron 5 semanas pero me parecen mas como 5 días. No puedo imaginar como los universitarios del año pasado se fueron a 5 semanas, cuando solamente ahora empezamos a aprofundir nuestro trabajo. Ahora tengo una rutina, claro que hay variaciones, pero no tengo que gastar tantas energías probando a entender como funcionan las cosas aquí; el transporte, la ciudad, los horarios de misa y los cafés mas baratos ahora hacen parte mi conocimiento colectivo.

Pensando a esta semana me di cuenta de que en parte paso' tan rapido porque no tengo que luchar tanto para poner orden al día. Aunque paso' rapido, todavia hay algunos episodios que me impactaron mucho y que me gustaría narrar aqui para entenderlos mejor.

Primero, este jueves cuando llegue' a Tlalix Indira, una de las niñas de 3o me estaba esperando en la puerta. En sus manos había una rosa naranja super hermosa y un dibujo de Winnie the Pooh. Le di las buenas tardes y le abrace'. Le dije: " Indira, estas bien? porque no viniste toda esta semana? Te paso' algo?" Resulto' que había una fiesta de un pariente y por esto no llego' a DIJO. También me conto' que por la mañana fue al cerro con su papá a buscar flores. Vio una rosa encima de una colina muy grande. Con toda su fuerza fue a recogerlo y me lo había llevado. Me la dio, junto con el dibujo. Me quede' muy sorpresa, y le di muchas gracias, conmovida que penso' en mi. Mas tarde, platicando con Adriana, le conte' que había transcurrido. Los padres de Indira vinieron para una platica con los maestros, y Adriana menciono' la generosidad de su hija. Los padres dijeron que no la había encontrado en el cerro, sino usado su mesada para comprarla especialmente. Adriana me conto' esto y me quede' aun mas impactada: porque me regalo' esta flor y dibujo? Había muchas cosas que Indira quería, de dulces hasta juguetes. De donde salio' esta generosidad y deseo de dar a los demás? De ir sin algo que quiero para que otro puede tener? Su sencillidad me impacto', y me di cuenta de que yo también quería ser como ella, quiero tener las ganas de dar por dar, dar por un otro, sin pensar siempre a lo que recibo en cambio.

Segundo, decidi' que quieria conocer mejor a la comunidad de Tlalixtec y por eso me parecía una buena idea llegar en anticipo de las 4 para pasear un poquito en el pueblo. El jueves llegue' a las 3:30 y fui caminando por la calle baja. Encontre' un terreno mal mantenido con una casa casi dilapidada. Había mucha basura por el jardín y muchos animales que corrían descuidados. En el centro del jardín había uno de mis estudiantes, de pie en perfil, mirando fijado en la distancia. No se movía, simplemente estaba allá parada, mirando. Por cera de 5 minutos me pare' también, mirándolo. No miro' a mi. Adentro de la casa había gente gritando pero el niño no les hizo caso, continuo' a mirar fijado en la distancia. Sabia vagamente por lo que los demás me comentaron que este niño tenia problemas en su casa, que sus padres no le prestaron mucha atención, y aparentemente no les intereso' por sus tareas y progreso en la escuela. Yo mirándolo me di cuenta otra vez de lo poco que conozco la realidad en que viven estos niños. Llegan, una oleada de sonrisas y energía, con ganas de aprender o con flojo. Yo les conozco como son en el momento, por su comportamento en la clase y las preguntas que les hago sobre sus vidas, pero la verdad es que no les conozco, que entiendo muy poco de sus vidas cotidianas y la realidad en que viven. Me di cuenta también que me importaba mucho a mi, como viven y como están, quien son. Me pregunto porque me importan tanto, que tiene que ver este estudiante, mirando fijado a las montanas mientras sus padres se gritan, con mi y mi vida? Es una pregunta que tengo que tener presente en estas semanas de trabajo.

La ultima cosa que quiero contar es un episodio que paso' con Omar un super querido niño de 3o, que siempre anda lleno de energía y ganas de hacer todo menos su tarea. El jueves terminamos a las 6 y los que querían se quedaron para jugar fútbol. Yo y Memo jugábamos con los demás niños, y todos estaban muy contentos. Después de 10 minutos mas o menos, me di cuenta de que Omar estaba circulando el zócalo con su bicicleta. Cada vez que paso' la cancha tiro' una mirada de anhelo a los demás: se veía que quería jugar también.

"Ven Omar" le dije, " ven a jugar con nosotros" pero no vino. Me dio una sonrisa avergonada y continuo' a circular el zócalo. La vez siguiente le dijo igual, "ven a jugar con nosotros" y otra vez no vino. La tercera vez que circulo' le dije otra vez, "Omar, ven a jugar a mi equipo, te hacemos falta." Finalmente bajo' de su bici y vino corriendo. Jugo' contento por 40 minutos y después todos fueron a sus casas. Este episodio me recorde' mucho de mi. Tantas veces veo algo bonito, algo que quiero pero por cualquier razón espero que alguien me lo ofrece, que alguien me invita a participar. En parte, este aspecto de mi personalidad me hace muy cociente de los demás y por esto muy acogedora porque se' como es estar afuera de algo bonito y sentirse incapaz de participar. Pero también me hizo reconocer que esta es un campo en que tengo que crecer. Tengo que entender de donde origen esta timidez para poder superarla.

En resumen, la semana fue muy bien. Me parece que el programa del verano vaya a ir bien, y estar muy divertido para todos. También el trabajo de la investigación finalmente empieza a tener un cuerpo y parece a la vez útil y muy factible. De un lado me da lastima que no empcemos hasta ahora, pero de otra parte reconozco el advantaje que tenemos ahora que conocemos bien las comunidades. Por ejemplo haciendo los modules de información para Tlalix y Xoxo era mucho mas fácil que hacer lo de Monte Alban porque conocemos mucho mejor a estas comunidades.

Ya empieza semana 6! Me hace triste pensar que termine' la metad de mi tiempo aqui, pero me alegro que todavia tengo 5 semanas que van a estar llenas de experiencias y vida.